sábado, 19 de mayo de 2012

Poeta



La soledad del poeta
reboca con trazo fino
la agonía,

un dolor de arena
desmenuza al hombre,
y su pluma
derrite la escarcha
cuando el alma
respira los inviernos.

Arden abrazos
en sus letras
sazonadas de lágrimas.

Cuando risa le embauca
pone voz a la ternura.

El poeta invita
a los fantasmas a una fiesta,
con sutil llamada
los envuelve en poesía
y revela sus naufragios.

Si duele la vida
flechas caen en los versos
teñidas de nostalgia
o de ausencia.

Pero a veces rayos de gloria
iluminan el papel
y ciegan la angustia.


Entonces el amor
se hace palabra.

Y la pluma vuela
rumbo al este
o rumbo al sur, 
qué más da!

La pluma vuela..

No hay comentarios:

Publicar un comentario