miércoles, 9 de julio de 2014

Jesús
















Cuando el final ya se distingue
vuelve el niño a la mirada.

Los juegos de infancia
sin importar la lluvia
se plantan en la puerta,
y duelen hoy los recuerdos
que hace nada invisibles
flotaban en el aire.

Cuando el final se distingue
lágrimas vigilan en silencio
el alma que dice adiós temprano,
y rompe el aguacero
donde la vida derrumba 
en un instante sus murallas.

Sueños de arena construyen 
ahora el futuro, tan sólo
en la memoria hallará 
sus ruinas la alegría.

Hunde las últimas huellas,
mi hermano, los pasos finales,
pero no dejes de hablar
cuando cruces el río
porque aquí nos quedamos
escuchando..