Indefinida, pintada
tan sólo con un velo
de
palabras transportadas por el aire hasta
mis huesos
que olvidan el sur del que venían
parece que llaman al amor a ver si asoma.
Llega
tu voz con ellas
templando la soledad del calendario.
Pero
no visitas la añoranza, no das brillo a las reliquias,
no
despejas el rumor de
la tormenta y el desamparo.
El río languidece, busca
al mar y no lo encuentra
atada
como viaja la alegría..