Ya no hay duda,
el amor ha izado su bandera
con alma renovada de palabras mi demencia..
y mis gestos, y mis ganas
de cruzar a nado tus entrañas.
Confiaré mi piel a tu espejo hasta abrasarme,
como en un cuento
que imaginó en tus labios
las huellas perdidas en mis andenes
sin armadura...