La poesía vuela libre
por los cerros,
no hay quien la detenga
inquieta por besar las cicatrices
olvidadas en tu piel
por el diluvio.
No la
abandones a su suerte
cuando te encuentre,
al llegar a tus labios
detendrá el camino en busca
de una cancela abierta
donde anidar las huellas.
Hazle un hueco.
Quizás el Amor sea eso,
encontrar ahí
el espacio y el tiempo.